La publicidad está íntimamente relacionada con el consumo.
Ésta nos transmite un mensaje con el que pretende inculcarnos una idea, que
adquiramos un determinado producto o servicio. Está presente en todas las
facetas de nuestra vida, muchas veces nos resulta agobiante, pero, en cambio,
en otras nos parece incluso divertida y, eso sí, nos manipula a su gusto.
De hecho, la publicidad masiva provoca confianza y seguridad
en el consumidor. Cuando cualquier persona se dispone a adquirir un producto y
tiene ante sí dos marcas distintas, si no ha probado anteriormente las dos
marcas, se decanta por la que más conozca o más seguridad le dé, y esa es la
que más veces y mejor vea anunciada.
Un caso muy destacable de este fenómeno es la marca de
refrescos Coca-Cola. Hace más de cien años que nació esta marca
y, desde el principio, su vida corre
paralela a la de su publicidad.
El primer anuncio
de Coca-Cola apareció tres semanas después de su salida al mercado, el 8 de mayo de 1886. Fue en la sección de anuncios por
palabras del periódico Atlanta
Journal-Constitution y decía lo siguiente: "Coca-Cola... ¡Deliciosa!
¡Refrescante! ¡Estimulante! ¡Vigorizante!". Con el cambio de
siglo la publicidad aumentó. Su principal objetivo era
conseguir que el consumidor llegara
a conocer su existencia y con este fin se crearon eslóganes tales como:
"Beba Coca-Cola. Deliciosa. Refrescante". Esta publicidad aparecía en
los objetos más comunes como cortaplumas, señaladores de libros, relojes de pared o lámparas de cristal. En 1907 Coca-Cola empezó a introducir nuevos conceptos
publicitarios que asociaran la marca con el béisbol y otros deportes.
En 1919 surgió una estrategia publicitaria definida que consistía en convertir el
producto en parte inherente de los hábitos y la vida de la gente. Más tarde, Coca-Cola
empezó a utilizar la radio comercial con fines publicitarios cuando este medio tenía
cinco años de existencia. La compañía se convirtió también en una de las
primeras en patrocinar programas de radio.
La palabra "Pausa"
relacionada con Coca-Cola dio lugar en 1929 a uno de los eslóganes más célebres
y duraderos: "La pausa que refresca", que ese año se vio en el primer
anuncio luminoso urbano de Coca-Cola. Es un concepto que se emplearía más tarde en España.
La publicidad impresa de Coca-Cola destaca por las excelentes ilustraciones de artistas como
Haddon Sundblom, el creador de la imagen de Santa Claus, el anciano de traje rojo y barba blanca que
se conoce hoy en día en cualquier parte del mundo.
En 1932, cuando la Gran Depresión en los EE.UU. empieza a ser superada, se concibió la idea
de asociar comida y Coca-Cola. Dos años más tarde empieza a aparecer en la
publicidad la clásica nevera roja de Coca-Cola y el característico círculo con
el logo de la marca.
En 1945 la Oficina de Patentes de Estados Unidos adopta finalmente la palabra Coke como una abreviación de
la marca registrada. Más tarde, entró en la
lista de los 50 mejores anuncios de televisión confeccionada
por la revista AdvertisingAge, con tres anuncios en ella.
Todo esto es el
camino de una empresa que invierte una gran parte de su capital en marketing y
que, gracias a este enfoque empresarial, es la marca de refrescos y bebidas más
conocida y vendida del mundo.
He aquí el claro
ejemplo de la gran importancia que tiene la publicidad en el enfoque de una
empresa y la influencia que posee.
Pfff buen trabajo me encants tu blog
ResponderEliminarHola, excelente trabajo, don Miguel. Espero poder seguir leyendo tan espectaculares y certeros en cuanto a la crítica. Muy bien trabajo.
ResponderEliminarUn saludo
Bonito trabajo al igual que inspirador muchas gracias por hacerme entender el lado bueno de las cosas señor pino
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